Deporte: la última rueda de la administración departamental
"Hacemos de tripas corazón, necesitamos recursos”: dijo Aymer Castillo, director de Indeportes.
Tras una nueva mala presentación de Atlántico en los Juegos Nacionales, en los que fue puesto 14 con apenas 4 medallas de oro, 13 de plata y 14 de bronce, en Indeportes departamental pusieron la cara y hablaron fuerte.
El director del instituto, Aymer Castillo, y el encargado del área técnica, Nelson Palomino, comparecieron ante los medios de comunicación este jueves por la mañana.
El primero fue un poco diplomático y señaló que “algunos resultados no son culpa del deportista”, el segundo lanzó una verdad que nadie se atrevía a decir, “la administración mira esto como la última rueda del coche”.
Palomino se quejó del presupuesto para el 2016, que será el mismo del 2015.
“$4.500 millones es el presupuesto. ¿Qué vamos a hacer con tan pírrico dinero? Mientras al Instituto no se le inyecte dinero, los resultados serán los mismos. Es un problema de Estado. Ahí está la responsabilidad”.
Aymer Castillo, director de Indeportes, igualmente declaró que “la adaptación de los recursos a la competencia es con tiempo. Donde no se invierte no puede haber claridad”.
Al exceso de austeridad más que franciscano se une una intringulis en el manejo deportivo, por lo que Castillo, también entrenador de atletismo, destacó que “el deporte del Atlántico tiene muchos vicios… el deporte está enfermo hace muchos años”, añadió el primer cargo deportivo del departamento. Parte de eso tiene que ver con la remuneración y forma de contratación de los entrenadores departamentales, competencia de las ligas.
“Debe cambiar el sistema de contratación para el entrenador. Nuestro recurso humano se está capacitando, pero estamos lejos. Hacemos de tripas corazón, necesitamos recursos”, comentó Castillo.
A las Ligas también les tocó su porción de pastel. “Ya no tenemos reservas, se acabó Merlano, Marín y después ¿qué?. Los presidentes de Liga solo piensan en viajar”, remató Palomino.
Finalmente Castillo admitió que “si es cierto que fue la peor participación, no pueden decir que es la peor administración”.